En un dia frio propio de la estación y de esta tierra granadina, salimos a pintar por la "vega de Granada", o mejor dicho lo poco que queda de ella después de que el monstruo inmobiliario y político haya pasado por ella.
Aún quedan cortijos como este que reflejo, muy pocos pero quedan y algún que otro secadero de tabaco, y precisamente junto a unas cuantas pilas de tallos de esta planta consegui a golpes de luz hacer esta acuarela, que para ser la primera del año y después de algún tiempo dedicado a mudanzas y trasiegos me satisface.
Comienzo este año con muchas energías renovadas y espero que sea fructífero en mi manera de aplicar esta delicada y trabajada técnica de la acuarela.
Aquí os dejo la obra de la vega para vuestra crítica, y os envio un saludo.